Cuando hablamos de mantenimiento nos referimos a un conjunto de acciones para cuidar el coche y procurar que funcione de la mejor forma posible. De nada nos sirve tener un vehículo, si se anda con el estrés de que en cualquier momento nos pueda dejar tirados en la vía o, peor aún, nos envuelva en un incidente.

El mantenimiento puede ser de diferentes tipos y se clasifica de acuerdo al momento en el que se actúe; es decir, cuando ya tenemos el problema encima o previo a ello. Incluso hay uno que se lleva a cabo sin que haya ocurrido alguna avería, como lo es el preventivo, que es aquel que se programa según las mejores prácticas y recomendaciones de fabricantes y expertos en el sector automotriz.

Diferencias entre los tipos de mantenimientos

Parte de lo que se debe realizar en un mantenimiento preventivo está especificado en los manuales del usuario, otras acciones se pueden verificar en los sitios webs de las marcas correspondientes a nuestros coches o pedir indicaciones a los profesionales de la mecánica que sean de nuestra confianza. Cumplir con esas directrices puede prevenir en gran medida, el llegar a los otros dos tipos de mantenimientos a saber:

Mantenimiento predictivo

Decimos que aplicamos mantenimiento predictivo cuando detectamos señales que nos revelan que existe algún tipo de irregularidad con el funcionamiento del vehículo y aplicamos los correctivos necesarios para que el mal no avance ni se propague. En otras palabras, detenemos la evolución de las fallas que se presenten.

Para llevar a cabo el mantenimiento predictivo es necesario conocer el desempeño habitual del coche, de tal manera de poder captar cualquier cambio que se suscite. Lo ideal, es saber un poco de mecánica, aunque solo sean conocimientos básicos pero generales para determinar el origen del problema. Si no estamos en la capacidad de comprender las señales de las alteraciones que ocurren, lo conveniente es llevarlo a un taller mecánico.

De acuerdo al signo que ponga en evidencia una eventual falla, se podrá predecir qué pieza se está desmejorando o se dañará. Las señales podrían ser avisos en el tablero, movimientos fuera de lo común (vibraciones, tirones, inclinaciones hacia uno u otro lado), olores inusuales, residuos de aceites u otros fluidos en el área en donde se estacione, etc.

Mantenimiento correctivo

Este tipo de mantenimiento se lleva a cabo cuando la avería ya ha atacado a una o más piezas del vehículo, en ese caso se comprometen el desempeño y la seguridad. Es perentorio actuar con prontitud para evitar una situación de riesgo; además, si se llega a profundizar el daño, el coste de la reparación será mayor.

En cualquiera de los casos se pude consultar piezas desguace coches, para mitigar el gasto.